Lo he leído.

Agárrate los huevos por detrás. Lo ha leído. Negro sobre blanco,palabra de Dios, te rogamos, etc. "Lo he leído", le suelta una al que hace de su padre en un anuncio de unas galletas dietéticas. El padre en cuestión recrmina a sus hijas que se creen todo lo que sale por la caja tonta y que esas galletas mejor para echárselas a los patos en el parque. Pero ahí está el arma secreta, cinturón que vienen curvas, la cagaste, papi: "lo he leído". Ahí, con aplomo, sentando cátedra. ¡A tomar por culo! haber empezado por ahí, cómo dudar de su majestad la palabra escrita.

Como vivimos en un país de analfabetos funcionales aquí sueltas una estupidez como esa y quedas como dios. ¡Hostias, un lector, este tío sabe! Aunque estés leyendo el último vómito de Cesar Vidal, qué más da, LEES. Y lo que esté escrito es la verdad suprema, ¿quién quiere ser el paleto que se atreva a rebatirlo? ¿ir contra un libro? ¡sacrilegio! Y todo aquí, donde no lee ni el gato. ¿Tengo o no tengo razón? No lo olviden: "Lo han leído".