Iconos como Elvis.

Como llevo mucho tiempo sin escribir no he dicho nada de los cienes y cienes de representantes que nos han salido desde la última farsa electoral y, claro, pues se me han amontonado. Y es que aquí no nos representan y nadie representa a nadie, pero al final todo acaba pareciendo el mismo pasteleo yo te doy cremita tú me das cremita de siempre. Nada cambia y nada explota.

Primero fue el heterogéneo grupo del 15M, salido al albur de una mani contra la casta política, que tuvo su puntazo en los primeros momentos y después se diluyó en pacifismo cumbayá, flores al poli que te parte la crisma, reformismo light y Rubalcaba guiñando el ojo a destajo. Y aunque aún simpatizo con el movimiento me tira más el monte: -15M y +AK-47.

Después pasamos a la política local, donde IU dio voz a sus militantes para que decidieran qué hacer con los tres votos que tenía en la Asamblea tras el 22M. Puesto que el parlamento extremeño no permite que los chiquininos se voten a sí mismos las bases decidieron anstenerse en el circo de Mérida y ahí vino lo chungo, Cayo Lara (iba a decir Lacayo, pero el chiste está ya tan manido que es carne de #ranciofacts) dijo que nanai, que al PSOE hay que comerle el rabo haga lo que haga y que eso de democracia directa y dejar hablar a las bases estará muy bien, pero para no hacerles caso. Al final los tres diputados hicieron lo que les pidieron los suyos y se abstuvieron, el monigote demagogo exconcejal de Badajoz se quedó con el puesto de Capataz y aquí no cambió nada, pese a la babas vomitadas por medios iluminados (como que siguen siendo los mismos PPSOE y sus leyes en comandita)

Aquel 22M trajo otros superrepresentantes de verdad de la buena por tierras del norte: ya saben, una coalición de EA y Alternatiba (hasta hace nada compartiendo mantel y despacho con el PNV) y la izquierda abertzale. Curiosamente, por los medios alternativos donde se pone a parir a la timorata IU, al personal se le hacía el culo pepsicola con esta Bildu. Reunión, ojo, de socialdemócratas tipo PSOE y una excisión de EB con un partido que se llama revolucionario (Batasuna) al que sólo se le ve la patita radical en el aspecto abertzale y poco (lo mismo es que no tengo noticias) en el rojo. Es decir, no veo que florezcan Marinaledas por Euskal Herria por muy revolucionarios que sean mis primos de la IA. Sin embargo, el alcalde del pueblo sevillano forma parte de IU, con todas las reservas, claro, pues no desde el PCE reformista sino desde su propia formación.

Siguió el verano, siguió la crisis, el miedo y la paranoia y un granjero de Noruega decidió que había llegado la hora del ángel exterminador. Y, en representación de la gente de bien, europea, blanca, cristiana y libegal montó un pifostio de dos pares en Oslo y se dirigió a la isla de Utoya a matar rojos. Al ser el menda de un rubiales que enamora, los medios de comunicación decidieron no llamarle terrorista (que eso es de moros, rojos y tercermundistas) y lo tildaron de loco, nos hablaron del mamotreto que había perpetrado y quedaron a la espera de hacerse con la publicación del tocho o con la entrevista en exclusiva.

Lo mismo fue por lo bien que cayó el terrorista sueco a las fuerzas de seguridad, el caso es que unos polis ingleses asesinaron a un hombre y encima le cargaron su propio cadaver, acusándolo de disparar. Como era pobre y negro, quién se iba a quejar. Pero la cagaron y estalló la revuelta. Los olvidados de siempre decidieron dar absolutamente por culo al estado que les roba y dieron rienda suelta al fuego (siempre hipnotizador) y al saqueo. La sagrada publicidad capitalista se pasaba el día creándoles necesidades artificiales y llamándoles perdedores, así que tiraron por la calle del medio e hicieron acopio de lo que no podrían comprar. Perdido el respeto del sistema por las personas, Por qué iban a tener éstas que mostrarles respeto al sistema. Después, miles de policias y sus palos, como si así se solucionara algo, y London burning and

London calling to the faraway towns

now war is declared and battle come down

Por último vino la última estrella del rock a los madriles y llenó la capital de las españas de sus fieles seguidores. Vestido de blanco e inmortal, el Papa se presentó orgiático en Cibeles para que sus niños vieran la luz. Los representantes del carpintero (bueno, el carpintero no se ha pronunciado sobre esa representación) en la tierra tomaron Madrid y sus calles gracias al dinero de todos, puestos en cuclillas por su gobierno ante el jefe de un estado dictatorial y con la preciosa ayuda de su policía, que se encargó de apalizar a todo el que no comulgara. Pero qué más da, como los chavales devotos gritaban: ellos son la juventud de España, por sus huevos. Representandote quieras o no.

Y yo, pues eso, tengo la suerte de no representar a nadie más que a mí mismo y sólo a menudo, que siempre pasan por mi cabeza las benditas contradicciones.