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sábado, noviembre 16, 2013

Nuestro fascismo cotidiano.

Hay un capítulo en Los Simpsons en el que Homer consigue trabajo en Globex Corporation y, para convencer a la familia de la mudanza, les muestra un video para que admiren cómo es la nueva ciudad donde residirán: Cypress Creek. En él,  la basura desaparece de las calles por arte de magia y los incómodos vagabundos son transformados en impolutos buzones de correos. Al instante se les hace a todos el culo trademark y entonan "maricón el último" rumbo a El Dorado.

Aquí en Extremadura, estos días atrás alguien decidió que su pueblo no es como él quiere que sea y por tanto es malo y está lleno de gente que debería transformarse en buzones o desintegrarse directamente, ya puestos. El caso es que el  neoliberal (filofascista y xenófobo, vamos ) Partido por la libertad se presenta en Almendralejo con su deseo de caza al rumano, y poco después se despacha a gusto con la alegre colaboración de la catoliquísima COPE para impedir un concierto de homenaje a las víctimas del fascismo que organizaba "Antifascistas Zafra". Ya ven: los adalides de la libertad (risas), comandados por un admirador declarado del franquista "Plataforma per Catalunya", intentando censurar un concierto y llamando terroristas a quienes luchan, en Zafra y Almendralejo, por la clase obrera que estos probos ciudadanos tan amigos de la libertad (del dinero) tanto odian y a los que eliminarían de su Cypress Creek.

Pero no sólo tenemos el pueblo, sino también a nuestro propio Hank Scorpio, nuestro extremeño self-made man: don Alfonso Gallardo, que empieza a intuir que lo mismo ya no es el Sheldon Adelson de la dehesa, que hacía y deshacía en Mérida como le daba la gana, y se ha decidido a demostrarnos que él, como el personaje de dibujos animados, también es un terrorista que puede poner en vilo a pueblos si no le ríen las gracias y les dejan llevárselo muerto a Holanda qué hermosa eres. Ya sabéis: o os bajáis voluntariamente los pantalones para doble anal con tirabuzón o cierro el chiringuito y todos a la mierda. Y claro, ante este atentado ya se han oído las voces de nuestros próceress diciendo que ellos no negocian con terroristas y que condenan el secuestro de toda una comarca, y que por lo tanto la empresa será expropiada y controlada por los trabajadores y...

¡Ah!, no, que no ha sido así la cosa, que va más por el lado de que aquí todos a remar en el mismo barco y ni de izquierdas ni de derechas y lo guapo que es Gallardo y el statu quo, y al final la culpa será de los ciudadanos por luchar contra injusticias como la refinería, con lo bien que se está sin meterse en política, como esa gente de bien que pide mano dura y caza al rumano en sus soñados Cypress Creek.