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miércoles, junio 27, 2007

Carne fresca.

Ñam, ñam, ya la echaban de menos. Y con esto de que la ETA se haya amariconado y ya no mate aun sin tregua, pues, como que uno se aburre de no tener que hacer más que preguntas absurdas.

Menos mal que para eso está la guerra del Líbano. Allí han caído seis soldados en el ejercicio de su profesión, como cuando cae un torero o un inconsciente a manos de un toro. Y aquí de lo que se habla es de que ZP no dice ni mú o de que los blindados españoles no llevan inhibidores de frecuencia, por si los coches bomba. Los otros replican por boca del Ministro de la Paz y el Buen Rollo, que dice que ningún ejército lleva cacharros de esos...

Vamos, lo de siempre, en la superficie se está de vicio, para qué profundizar. Pero el caso es que 3 de los asesinados son inmigrantes, y aquí ni dios se queja de que son muchos y nos están invadiendo y la culpa es de las mafias y no del hambre y esas cosas. Vamos, que para morir por su bandera, esa que ondean con su gallina y todo, de puta madre, oiga, mientras más panchitos mejor. Y desde que el mundo es mundo todo sigue igual, en las guerras siguen muriendo los mismos, los desheredados siguen siendo la carne de cañón que mueren para salvarle el culo a los acomodados, a nosotros, el Primer mundo, que los usa para pegarse con el Tercero, en la hispana primera línea de combate de EEUU o de España.

Aunque lo verdaderamente importante es discutir si en Líbano hay guerra o Alianza de Civilizaciones, si el no uso los inhibidores es algo tan clamorosamente escandaloso...

Y mientras, aquí los políticos se hacen liberados como los etarras. Cobrarán muchos más por hacer el paripé en una Asamblea que no representa el verdadero voto del pueblo. Pero qué les preocupa, cuando tengan que hacer algo realmente útil volverán a entretenernos con más carne fresca.

lunes, junio 18, 2007

La cadena.

Leyendo el blog de un colega y al que se puede acceder desde mis enlaces, Isla Desconocida, me he encontrado con esto. Y tiene razón, no vamos a dejar en paz su memoria, no seremos nada importantes, pero desde mi granito de arena, desde mi blog leído por cuatro gatos, propongo una cadena, publiquemos todos esta carta en nuestros sitios, que no se olvide, como ellos quieren. Les ofende la memoria, sobre todo si no es en forma de monumento a los vencedores. Pues recordemos:




Carta íntega de Manuel Luna a Melchor Fernández Almagro :Muy señor mío y correligionario: Ayer estuve en la embajada y saludé al sr. Lequerica y al sr. Zulueta. Allí encontré a mi amigo el dr. Marañón y salimos juntos. Estoy algo enfermo y quería que me reconociera. Fuimos a su casa de Passy. Yendo en el Metro, sacó un número de "La Vanguardia" del bolsillo y me dio a leer un artículo de V. -"Genealogía de los rojos"- que me ha entusiasmado. Me dijo que le había gustado muchísimo, que le servirá de base y argumento para un trabajo suyo de los que envía a "La Nación" de Buenos Aires. Agregó que tiene V. toda la razón, que todos los izquierdistas de España han sido siempre unos criminales sedientos de sangre y no otra cosa, que el liberalismo, el republicanismo, el socialismo y el acratismo en España no han tenido jamás una sola figura y solo tontos explotables y bandidos explotadores, sin que haya habido entre ellos, desde los comuneros a Negrín, nadie digno de respeto o siquiera mención. Le repito que estaba entusiasmado con su artículo de V. y creo recordar que me dijo que había hablado de él con Lequerica y que éste fue de opinión de que debía ser reproducido por la prensa madrileña.V. quizá no se acuerde de mí. Soy Manuel Luna, de los Luna de Antequera. Yo le conocí en Granada cuando era V. de las Juventudes Católicas. He vivido todo el glorioso movimiento primero en Granada, luego en Zaragoza y algún tiempo en Oviedo, después de la llegada de la columna de socorro gallega. En Granada me he distinguido bastante. Fui de los que asistieron, en una mañana de agosto, al fusilamiento, en el cementerio, ante las fosas abiertas, de setenta rojos, todos ellos bandidos, asesinos, criminales, violadores, incendiarios... Y gocé mucho, muchísimo, porque se lo merecían. Entre ellos estaban el presidente de la Diputación roja Virgilio Castilla, el ex gobernador rojo de Alicante Vicente Almagro, el alcalde rojo de Granada Montesinos (un médico), el ingeniero de caminos y ex diputado constituyente Santacruz, el ex alcalde de Granada Fajardo, el diputado Corro y otros más, médicos, catedráticos, abogados, ingenieros, procuradores, etc. Hicimos una buena limpia. Algunos días después cogimos al gran canalla de García Lorca -el peor de todos- y lo fusilamos en la Vega, junto a una acequia. ¡Qué cara ponía! Abrazaba los brazos al cielo. Pedía clemencia. ¡Cómo nos reíamos viendo sus gestos y sus muecas!Pertenecí a la ronda depuradora de Ruiz Alonso. Pero como le digo tuve que irme por asuntos particulares a Zaragoza y después a Oviedo. En ambas poblaciones ayudé también a la depuración. En Oviedo pasé un rato muy agradable viendo fusilar al miserable de Leopoldo Alas Argüelles, el hijo del repugnante Clarín. Ahora estoy en París y me río mucho viendo el miedo que tiene esta canalla francesa a los alemanes e italianos. ¡Qué diferencia entre nuestra gloriosa España nacionalista y esta Francia corrompida, podrida hasta los tuétanos! Por algo dice Marañón que aquí se ahoga y que está deseando verse en Madrid lo más cerca posible del Caudillo...Volveré a Madrid pronto y espero hacerle en breve una visita en «Ya». Reciba el afecto de su amigo y paisano



"Aquí lo tienes Manuel Luna, para tu propia vergüenza, la de los tuyos y para que con cada uno de los que los que leamos esto, te retuerzas un poco más en tu asquerosa tumba y que por fin, no descanses en paz."
Pues eso.